Capítulo 2: El Alcázar de Cerasio y los Inicios de Castilla

El Conde Casio y la Construcción del Alcázar

La emergencia de Castilla como entidad política está intrínsecamente ligada a la imponente fortaleza de Cerasio y a la figura histórica del Conde Casio. Según se argumenta, este líder local jugó un papel transformador en la región. Una interpretación sostiene que, aprovechando los "restos de escombros de la Ciudad Patricia de Auka", el Conde Casio, descrito como "Conde de la Cantabrica", impulsó la construcción de un "monumental Alcazar". Este proyecto no solo reutilizaría materiales de la antigua ciudad romana, sino que también sentaría las bases para un nuevo centro de poder.

El resultado de esta empresa fue el Alcázar de Cerasio, una edificación que trascendía la simple función defensiva. Descrito como un alcázar de "Alabastro puro" y ubicado "en Cerezo de río Tirón", se concibió como un complejo palaciego y administrativo. Sus dimensiones, estimadas en hasta "1200 metros de largo", sugieren una estructura capaz de albergar no solo una guarnición militar, sino también la corte condal y sus funcionarios, convirtiéndose en el epicentro político y militar de la zona.

La historia del Conde Casio se entrelaza, además, con la influyente familia de los Banu Qasi. Su conversión al Islam y su alianza estratégica con el poder Omeya de Damasco dieron origen a este linaje, que ejercería una notable influencia en la política de la Marca Superior de Al-Andalus durante varias generaciones. Incluso se menciona la existencia de una "Mezquita de Yanna, el hijo del Conde Casio, en el Alcázar de Cerasio", lo que subraya la amalgama cultural y religiosa de este periodo.

Los Primeros Condes de Castilla y Álava: Forjadores de un Territorio

El Alcázar de Cerasio no solo fue una obra arquitectónica de envergadura, sino que también se erigió como la sede de los primeros condes documentados de Castilla y Álava. Este hecho marca un punto de inflexión, el inicio de la consolidación de una entidad política que, con el tiempo, evolucionaría hasta conformar el poderoso Reino de Castilla.

Entre las figuras pioneras que gobernaron desde Cerasio destaca el conde Rodrigo. Su liderazgo fue fundamental en las primeras etapas de la repoblación y en la crucial tarea de defender la frontera oriental del Reino de Asturias frente a las incursiones enemigas.

Sucesor de Rodrigo, el conde Diego Rodríguez Porcelos continuó esta labor de consolidación. Es especialmente recordado por la fundación de Burgos en el año 884, un hito que afianzó de manera significativa la presencia cristiana en la meseta y expandió la influencia del condado.

La línea sucesoria vinculada a Cerezo y su extenso alfoz incluye otros nombres relevantes como Fernando Díaz, Gonzalo Téllez y Álvaro Herraméliz. Este último, "Conde de Cerezo y Lantarón – Conde de Castilla y Álava", es una figura clave en la transición del poder condal, especialmente a través de su viuda, Doña Sancha.

Precisamente, la unión matrimonial de Doña Sancha con Fernán González, quien ya ostentaba el título de Conde de Lara y Burgos por herencia paterna, representó un momento crucial. Al casarse con la viuda de Álvaro Herraméliz, Fernán González consolidó bajo su mando los condados de Castilla y Álava, incluyendo Cerezo y Lantarón. Este movimiento estratégico permitió a Fernán González sentar las bases para una mayor autonomía del condado castellano, siendo tradicionalmente reconocido como el primer conde que gobernó con una independencia de facto respecto al reino leonés.

El Alfoz de Cerezo y Lantarón: Corazón Territorial y Cultural

El poder y la influencia del Alcázar de Cerasio se extendían sobre una vasta demarcación territorial conocida como el "Alfoz de Cerezo y Lantarón". Este tipo de distrito administrativo, característico de la época, situaba al castillo o fortaleza principal como centro neurálgico. En este caso, el alfoz se describe como "Pegado a Álava frontera con el Imperio Musulmán, con Castella Romana, un Alcázar de Alabastro..." Su estratégica posición fronteriza lo convertía en un bastión fundamental.

Dentro de los límites de este dinámico alfoz se encontraba Valpuesta. Esta localidad ostenta una particular relevancia histórica y cultural debido a los Cartularios de Valpuesta, documentos que contienen algunos de los testimonios más tempranos del idioma castellano en su fase formativa. La vinculación de Valpuesta, junto con Pancorvo y la propia Auca (Cerezo), al "origen de Castilla" subraya la importancia de este alfoz no solo como entidad política y militar, sino también como cuna de elementos culturales identitarios.

El Alfoz de Cerezo fue, además, escenario de significativos hechos de armas. Entre ellos se cuenta la Batalla de la Morcuera (o Moreca). Aunque su localización exacta es debatida por algunos historiadores, una tradición la sitúa "en el portillo de la Morcuera, en el Alfoz de Cerezo". Según las crónicas, en este enfrentamiento, el rey Ordoño I de Asturias, con el crucial apoyo del conde Rodrigo de Castilla, habría infligido una derrota a las fuerzas musulmanas, asegurando temporalmente la frontera.

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