El Gran Alcázar de Cerasio
El Alcázar de Cerasio, también conocido como el Alcázar del Conde Casio, es una estructura fundamental en la historia de Cerezo de Río Tirón y el origen de Castilla. Se describe como un imponente alcázar de alabastro puro, con dimensiones que varían en las descripciones entre 830 y 1200 metros de largo, capaz de albergar no solo la residencia condal sino también a su corte, funcionarios y soldados.
Su origen se sitúa en el siglo VIII, construido por el Conde Casio, posiblemente entre los años 720-730 d.C. Se menciona que fue edificado con los escombros y yeso de la ciudad romana de Auca Patricia. Pasó a manos cristianas alrededor del año 840.
Se localiza donde hoy está la Iglesia de Villalba, con su pueblo amurallado debajo. Aún se pueden observar elementos como el "gajo de naranja" de su Alcazaba y los fosos del río Vallúm. La fortaleza contaba con múltiples niveles de murallas excavadas en la roca y varios castillos o torres adicionales que lo rodeaban.
Desde este alcázar gobernaron los primeros Condes de Castilla y Álava, como Rodrigo I, Diego Rodríguez Porcelos, Fernando Díaz, Gonzalo Téllez y Álvaro Herraméliz.
Construcción en Alabastro y Defensas
Un rasgo distintivo del Alcázar de Cerasio es su construcción con "alabastro puro", material que también caracteriza al pueblo de Cerezo, descrito como un "pueblo alba". Las piedras de alabastro, originalmente pulidas, revestían las edificaciones, similar a lo observado en otras ciudades romanas como Bílbilis o Zaragoza. El texto de nuevo4.md lamenta que estas piedras milenarias no hayan sido lavadas o pulidas para mostrar su esplendor original, y sugiere que el alabastro de Cerezo, aunque no de calidad para estatuas, es excelente para embellecer la localidad.
El sistema defensivo del Alcázar era complejo, incluyendo el "Paseo de la Carcaba" (término que alude a un foso de campamento o ciudad romana), que formaba parte de su perímetro defensivo. La fortaleza contaba con múltiples fosos, algunos con agua y porcino, y puentes levadizos.